Valencia puede perder hasta un 20% del turismo de negocio por culpa de la tasa turística
La ciudad de Valencia, gobernada por Compromís, es la que pagaría el ‘precio’ más alto de toda la Comunidad Valenciana en caso de imponerse, finalmente, la tasa turística que prepara la izquierda valenciana.
A la merma que podría suponer en las pernoctaciones en la planta hotelera del turismo tradicional, habría que sumar una pérdida de competitividad y la reducción de hasta un 20% de visitantes procedente del turismo de negocio y congresos, donde Valencia compite ahora con destinos como Madrid Sevilla o Málaga, igualmente atractivos para ese público objetivo.
Así lo afirman desde la Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunidad Valenciana (Hosbec), la gran patronal hotelera valenciana. La argumentación es muy sencilla. Tanto Alicante como Benidorm, por boca de sus alcaldes, los populares Luis Barcala y Toni Pérez, ya han afirmado tajantemente que no están dispuestos a implantar la tasa turística: «No y nunca», ha llegado a decir Toni Pérez, al referirse a la citada tasa. En el equipo de Gobierno de Alicante, la unanimidad es también total, como se demostró en la Noche del Turismo, cuando tanto Barcala como la vicealcaldesa Mari Carmen Sánchez (Ciudadanos) rechazaron de plano esta tasa.
Sin embargo, este no es el caso del Ayuntamiento de Valencia. Más bien al contrario. El alcalde de Valencia, Joan Ribó, procede también de Compromís, una de las formaciones que ha impulsado la tasa turística y a la que pertenece la vicepresidenta primera de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra.
Pues bien, Valencia sería la ciudad más perjudicada de los tres grandes destinos turísticos de la Comunidad Valenciana, según afirman desde Hosbec, donde argumentan que la tasa turística repercutiría en una perdida de influencia, al empeorar las condiciones de competitividad con otros destinos que pugnan por atraer al turismo de negocio, como son los casos de Madrid o Sevilla, Benidorm, Alicante y Valencia son los destinos que atraen a más del 80% de los visitantes y, por tanto, su influencia en las visitas y las pernoctaciones es máxima.
La tasa turística sería un mazazo muy fuerte para el turismo en un momento en que la ocupación que se ha producido en la planta hotelera durante el actual Puente de El Pilar comienza a situarse en niveles cercanos a antes de la pandemia, según Hosbec. Sin embargo, en el caso de Valencia lo sería aún más. Los datos lo corroboran.